Con todos los medios de comunicación diciéndonos cómo debe verse una mujer a través de pancartas, revistas, videos de música, series televisivas, etc. reflejando en su mayoría una mujer con determinadas cualidades: delgada, bonita, con sentido de moda, sexy, intrigante, con piel impecable, de pelo largo, complaciente...¨perfecta¨. Dejan de lado el potencial que podemos alcanzar las mujeres, siendo simplemente lo que nos plazca ser, explotando todas nuestras capacidades y dedicando tiempo a aspectos tanto más importantes que aquellos netamente estéticos. Pero eso va completamente en contra de lo que realmente somos las mujeres de hoy.
Soy alguien que busca constantemente prenderse en fuego, no me gustan las zonas de confort, siempre estoy buscando maneras de ser mejor, de probar mis límites, de romper mis propias barreras y la de los demás. Odio que me encasillen. Soy bastante extrema, las zonas grises me cuestan mucho, la idea de ser normal, convencional o básica me deprime. Diría que soy bastante testaruda, me gustan las cosas de determinada manera, siempre estoy buscando nuevos retos, me llena el alma perseguir cosas que me asustan, o me incomodan, ponerme metas que alguna vez se sintieron muy grandes. Tengo un temperamento fuerte, pero soy des complicada, no me dejo llevar mucho por tendencias o cosas superficiales, valoro más lo que recae en la esencia de la persona.
Hay muchas cosas que me gustan de ser mujer, pero quizás mi favorita tiene que ser de alguna forma el saber que estamos encasilladas a ser de determinada manera, a vestirnos, a movernos, a expresarnos, a vernos y a actuar de cierta forma, y de repente…ser todo lo contrario. No por rebeldía, o por querer llevar la contra al mundo, sino porque no estás dentro del molde, por naturalidad, porque tú eliges ser de forma distinta, porque algo te llevo un día a despertar y a darte cuenta de que eres tanto más de lo que nos piden y decidiste serlo. Contra viento y marea, a pesar de las críticas, las voces y las huelgas en contra de ello, ser tú misma, y perseguir lo que te llama, no tiene precio.
Ser mujer es una perfecta fusión de habilidades complejas, una mezcla increíble entre lo intelectual, lo físico, y lo emocional. Y la capacidad de poder acceder a una o a todas ellas a nuestra disposición. La felicidad es tan simple como el tener la libertad de despertarte y poder ser. El tener la capacidad de perseguir tus sueños sin interrupciones, de buscar conseguir tus metas sin miedo a fracasar, porque cuentas con el apoyo de las personas que te quieren, y que tu quieres porque te aportan mucho más de lo que tu podrías devolverles.
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