La vida es compleja, o no sabemos si somos los humanos quienes la complicamos. Viene la incógnita, si la acostumbrada manía por el control de nuestra realidad nos hace olvidar que somos más finitos y dependientes de la naturaleza de lo que creemos. De alguna manera nuestro pensamiento ha evolucionado entre esta encrucijada.
No obstante, nuestro mundo cambia porque son las emociones los detonantes de nuestras acciones. A veces, actuamos por miedo, porque nos sofoca la idea de no controlar nuestro futuro. La época que nos tocó vivir tiene mucho de este pavor, que coloca una catarata a nuestra mirada, nos ahoga y perdemos la esperanza.
Afortunadamente, el diseño está también para recordarnos nuestras conexiones, conscientes que no somos el centro sino parte de un todo. El diseño crea vínculos y experiencias, construye futuros que nos permitan ser más empáticos, inclusivos y conectados con nuestro entorno. Humanx nos invita a recordar que nuestro bienestar está también en la felicidad de otros.
¡Felicidades amigos y colegas!
Profesores: Cristina Muñoz Hidalgo y Rodrigo Muñoz Valencia
